Efectivamente, Beijing, desde mi percepción, me pareció una ciudad bastante segura. Nos movimos por toda la ciudad y a cualquier hora de la noche y en ningún momento nos sentimos amenazados o inseguros. La policía está prácticamente omnipresente y el control en las calles se hace manifiesto de continuo. Para entrar en cualquier edificio público, en el metro y en todos los lugares turisticos señalados (y no señalados) hay que pasar un control policial (del que los extranjeros en muchas ocasiones estabamos exentos (!!)). Cierto es que dichos controles y la abundante presencia policial y militar puede resultar un poco impactante e incluso amenazadora por no decir controvertida por lo que desde el punto de vista político significa , pero la verdad es que de alguna manera garantiza una mayor seguridad ciudadana.
Como es lógico y como en cualquier otro lugar del mundo, hay que adoptar las medidas razonables de precaución y guardar ciertas «formas», si me permitís la expresión. Esto es especialmente importante en lugares como en el caso de Beijing o Asia en general, con una cultura completamente diferente a la occidental.
Durante nuestra estacia en Beijing, establamos amistad y conversación con un joven chileno que viajaba sólo dando la vuelta al mundo durante un año y que se alojaba en el mismo youth hostel. Algunos de mis compañeros de viaje salieron con él a algunas discotecas a disfrutar de la noche de Beijing. Nuestro nuevo amigo se dedicó toda la noche a intentar ligar y «vacilar» con algunas jovenes asiáticas de la discoteca donde estaban, y el desagradable desenlace de la noche para él fueron dos botellazos, la cabeza abierta, una paliza y una estancia en un hospital de la ciudad.
Esto puede pasarte en cualquier lugar del mundo, claro está, y en cualquier ciudad de España, como no. Pero como ya digo en una ciudad donde no conoces ni el ambiente del bar donde te encuentras ni las costumbres locales (lo que puede considerarse una broma común en España puede ser una gran ofensa en China), hay que ser especialmente precavido.
En cuanto a las condiciones sanitarias y programa de vacunación aconsejado, adjunto el link de las recomendaciones sanitarias del Ministerio de Asuntos Exteriores:
Yo no me vacuné antes de viajar, teniendo en cuenta que ya lo estaba de la Hepatitis B y A y de la fiebre tifoidea.
Por otra parte, es muy recomendable y como os podéis imaginar, no beber agua del grifo dado el todavía deficiente sistema de saneamiento de aguas de la ciudad. Por tanto, es aconsejable beber siempre agua embotellada asegurándose de que la botella esté perfectamente precintada.
De todas formas, merece mención aparte y quizás sea causa de mayor preocupación la contaminación.
Beijing tiene el dudoso honor de ser una de las ciudades más contaminadas del mundo. Tristemente celebres son ya las images de los pekineses andando con mascarillas por la calle envueltos en una espesa neblina. El elevado y congestionado tráfico de la ciudad y el hecho de que una nula regulación medioambiental permita tener fábricas altamente contaminantes muy cerca de las ciudades es la causa, en parte, de este grave problema.
El nivel llega a ser tan alto que en determinados días las autoridades recomiendan no salir de sus domicilios a no ser que sea estrictamente necesario por los daños que puede causar a la salud.
Uno de los remedios, parches más bien, que las autoridades chinas han encontrado a este nada despreciable problema es provocar nieve o lluvia periodicamente para limpiar el ambiente. Para ello bombardean los cielos con nitrógeno líquido y ioduro de plata y voilá, tienen lluvia a la carta. Normalmente esto sucede en sábado para no interrumpir el ritmo frenético semanal de trabajo de la capital china.
Durante nuestros últimos días en Beijing, la niebla reducía la visibilidad de una forma clara y durante la última noche empezó a nevar por orden y mando del gobierno chino.
Con todo esto, y sin que tampoco suponga un peligro grave para nuestra salud, es totalmente recomendable estar pendiente de los niveles de contaminación previstos para nuestros días de estancia en la ciudad.
A tal efecto, la embajada de los Estados Unidos de América en Beijing tiene habilitada una página web donde podemos consultar los niveles de contaminación alcanzados día a día en la ciudad.
http://www.toranacleanair.com/BeijingAirQualityFeed.html
Antes de partir a Beijing, unos conocidos me recomendaron encarecidamente que lleváse toallitas húmedas para poder limpiarme las manos y la cara y una mascarilla. Y la verdad es que las toallitas son totalmente necesarias. La suciedad y la contaminación se te pegan a la piel y a la cara y un mínimo de limpieza se agradece profundamente, sobre todo, cuando llevas varios días de viaje.