San Andrés de Teixido es una pequeña localidad de apenas cincuenta habitantes situada en el municipio de Cedeira (A Coruña), muy cerquita de unos impresionantes acantilados sobre el mar.
A pesar de su poca importancia en el censo nacional, está pequeña aldea enclavada en las montañas es muy visitada por su magnífico e impresionante entorno natural pero también por ser uno de los lugares de peregrinación religiosa más famosos de toda la comunidad gallega.
Ya desde la Antigüedad, es San Andrés de Teixido un lugar de mucha significación religiosa y en la actualidad superstición, paganismo y costumbres pre-cristianas se mezclan con la liturgia propiamente católica para conformar un entorno de unas características culturales muy interesantes.
A San Andrés de Teixido, vai de morto quen non foi de vivo, (va de muerto quien no fue de vivo) dice la tradición. Por ello, los familiares de los muertos peregrinan al lugar para ayudar a la trasmigración del alma del difundo. Uno también va a San Andrés de Teixido va a pedir deseos, o conjurar hechizos de amor.
Tras conducir durante varios kilómetros envueltos en una espesa niebla, el cielo se abrió ante nosotros y ya en la distancia pudimos percibir el campanario de la Iglesia del pueblo.
Una vez allí, en San Andrés de Teixido, cuando uno recorre las calles empedradas y pasea entre los puestecillos a la vera de las relucientes y reformadas casas blancas de la pequeña aldea, a pesar de los restaurantes y de las tiendas de souvenirs, todavía se puede apreciar casi olisquear ese paganismo, esa superstición religiosa a la que me refería antes y cuya llama permanece encendida todavía por estos lares.
La iglesia en el centro del lugar mira de perfil al mar y en su cripta, en el interior, se pueden ver miles cientos de ofrendas en forma de fotografías u objetos de plástico, parte del cuerpo de muñecas rodeadas de velas encendidas que van dejando los fieles que visitan el lugar en honor a sus familiares y amigos difuntos.
Hay que reconocer que hay algo casi inquietante, una energía curiosa en este San Andrés de Teixido y que hace interesante la visita, a pesar del turismo porque San Andrés de Teixido es turístico y mucho.
Y es que por encima de cualquier posible halo de fe y creencias, superstición o misticismo, hay una magia en San Andrés de Teixido que es indiscutible, palpable y muy real. San Andrés de Teixido hechiza con su impresionante, fascinante y fotogénico entorno natural que le rodea.
Tu relato sobre la iglesia de San Andrés me retrotrajo a cuando estuve en la iglesia de Nosso Senhor do Bomfim, en Salvador (Brasil). No sé si has estado allí, pero si aún no has ido, te recomiendo que visites esa iglesia. Calculo que vas a encontrar ciertas similitudes con lo que tú cuentas sobre la iglesia de San Andrés.
Lástima que no leí tu relato antes de mi viaje, ya que si lo hubiera hecho, hubiera ido a visitar ese pueblo del cual, antes de tu lectura, nada sabía.
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Bueno, siempre hay que dejarse algo por ver para tener una excusa para volver!! La verdad que me encantaría ir a esa Iglesia que dices, nunca se sabe!! A los dos lados del Atlántico siempre se encuentran similitudes, compartimos una buena parte de la historia y de la cultura! Gracias por tu comentario!!
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¡San Andrés de Teixido!! Es un sitio impresionante y casi mágico 🙂 Has hecho que esté deseando volver. 🙂 Muchas felicidades por tu blog, es una pasada!! Saludos
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Muchas gracias!! La verdad es que San Andrés de Teixido es uno de esos sitios que tenemos cerca y que son increíbles! Y yo que soy tres cuartos gallego, Galicia siempre me conquista! Muchas gracias por el comentario!! Un saludo!!!
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Galicia da mucho de sí; cada vez que me preguntan cual es mi sitio preferido de Galicia voy cambiando 😉 Las islas Cies, las rías baixas, la playa de as catedráis, la isla de San Simón, O courel, el Riveiro… la Ribeira sacra, la zona vieja de Santiago… es un sin parar! jaja 😀
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