Entre que aterrizamos, salimos del avión, cogimos las maletas, compramos abonos de metro y esperamos nuestro tren hasta SchöneHauser Allee, no fue hasta bien entrada la tarde que llegamos a casa de Lisa, en pleno Prenzlauer Berg.
El barrio, antes de la caída del muro, dentro del lado comunista, era un barrio tradicionalmente bohemio, refugio de artistas y escritores; pero, con toda la transformación política que vivió la ciudad desde principios de los 90, jóvenes alternativos ocuparon toda esta parte de la ciudad atraídos por su ambiente artístico y creativo y por los bajos precios de la vivienda, al estar situado Prenzlauer Berg en el lado oriental de Berlín.
Como siempre pasa, esos jóvenes que se mudaron a Prenzlauer Berg se han ido aburguesando y aunque el barrio sigue conservando parte de ese encanto y ese aire de moderneo, es el hogar hoy de pudientes jóvenes familias con hijos, muchas de ellas formadas por aquellos jóvenes que se mudaron al barrio a principio de los 90.
Por allí era precisamente donde vivía Lisa. En una bonita casa con un balcón que daba a un patio enorme ajardinado que me recordaba un poco a aquel balcón retratado en la película Verano en Berlín, que ya os he mencionado en alguna entrada anterior.
Nuestra primera cena en Berlín fue en un Biergarten próximo a la casa de Lisa, acompañados precisamente por ella y una amiga suya.
El Biergarten se llamaba Prater. Los Biergarten son terrazas ajardinadas donde se puede beber cerveza y donde se puede también comer salchichas Frankfurt y pretzel acompañando al alcohol. Son establecimientos muy típicos de Baviera (surgieron en Munich allá por el siglo XIX) pero se han extendido por toda Alemania y hoy por hoy constituyen lugares de ocio muy tradicionales en todo el país, y como no, también en Berlín.
Allí dimos cuenta de nuestra primera salchicha Frankfurt y de nuestra primera cerveza en Berlín, pero en la capital alemana no sólo de alcohol y salchichas vive el hombre.
Os enumero a continuación una lista de restaurantes para comer en la ciudad. En muchos de ellos no he estado y desde luego, no pretendo yo hacer aquí un listado exhaustivo de restaurantes en Berlín. No son más que algunas sugerencias de amigos que viven en la ciudad o que la conocen bien.
Chénchè: (Rosenthaler Str. 13, 10119 Berlin) en el barrio de Mitte. Es de comida vietnamita y justo a la entrada, antes de llegar al restaurante hay un club de jazz (B-flat) que es agradable para tomar una copa después, escuchando música en directo.
Llama la atención la cantidad de restaurantes vietnamitas que se pueden encontrar en Berlín. Hay uno prácticamente en cada esquina. La proporción es mucho mayor que en cualquier otra capital europea en la que haya estado. La razón parece que se hay que buscarla allá por los tiempos previos a la caída del muro. Durante los años 70, para hacer funcionar la maquinaria de producción industrial de la antigua RDA, hacía falta mano de obra. La RDA necesitaba trabajadores urgentemente y fue precisamente en su aliado por aquel entonces, el también comunista Vietnam del Norte donde la Alemania del Este encontró una verdadera mina de trabajadores. Estos vietnamitas eran contratados durante un periodo de cinco años y la propia RDA no promovió su integración en la sociedad alemana, permaneciendo la comunidad vietnamita muy aislada del resto de la población. Muchos de ellos ni siquiera aprendieron alemán. Eran los llamados Vertragsarbeitnehmer (trabajadores contratados), fenómeno que no fue exclusivo de los vietnamitas, durante aquellos años también llegaron cubanos, mozambicanos, polacos…El hecho es que hasta 60000 vietnamitas vivían en la RDA en el momento de la caída del muro y con todo el fenómeno de desindustrialización y reestructuración de la Alemania Oriental en los años sucesivos, muchas fábricas cerraron y los vietnamitas se quedaron sin empleo. Algunos de estos vietnamitas regresaron a su país de origen, pero la mayor parte se quedaron y acabaron por abrir sus propios negocios, muchos de ellos, restaurantes, que siguen abiertos en la actualidad.
Kochu Karu: (Eberswalder Str. 35, 10437 Berlin) En el anteriormente mencionado barrio de Prenzlauerberg, que nos muestra una mezcla de cocina coreana y española. Viva la fusión.
Cookis Cream. (Behrenstraße 55, 10117 Berlin) Volvemos a Mitte. Dice mi amiga que se comenta que es el mejor restaurante vegetariano de la ciudad.
Bikini-Hochhaus. En el barrio de Charlottenburg-al noroeste. Ofrece una gama de platos inspirados en cocina persa, rusa, marroquí, israelí, turca… con unas vistas impresionantes a la ciudad.
Long March Canteen. (Wrangelstraße 20, 10997 Berlin) En el barrio de Kreuzberg-al sudeste. Comida china, y según algunos, uno de los mejores de comida china en Berlín.
Daluma. Weinbergsweg 3, 10119 Berlin. Mi amiga lo califica de modernuzo.
Precisamente el barrio de Kreuzberg, en el Berlín Occidental, que he mencionado anteriormente, barrio obrero y contestatario en el pasado, es el hogar hoy de gran parte de la importante colonia turca que vive en la ciudad. Y fue allí curiosamente, en Kreuzberg, donde nació el ya mundialmente famoso Döner Kebab, el sándwich turco de carne de cordero o pollo, previamente cocinada al fuego tras ser ensartada en una vara de metal. Aunque la paternidad del Döner Kebab está muy disputada y hay incluso voces que afirman que ya existían previamente en Turquía, fueron inmigrantes turcos en los años 70 en Berlín, en Kreuzberg quienes popularizaron este bocadillo, versión turca del fast food que ahora compite en igualdad de condiciones con la hamburguesa y la pizza.
Hay muchos restaurantes de kebab en Berlín y algunos de ellos están bastante currados, la verdad y otros son prácticamente similares a los que se pueden encontrar en Madrid o cualquier otra ciudad española pero siempre puede ser una solución socorrida, especialmente a altas horas de la madrugada, para llenar el estómago.
Por último, no quiero terminar esta entrada sin olvidarme del Currywurst, que no es más que salchicha asada o la parrilla servida con Ketchup y curry. Destacan en Berlín, según me han dicho, dos lugares, el primero el Curry 36 en pleno barrio de Kreuzberg y el Knnopke’s Imbiss en Prenzlauerberg, pero lo cierto es que se puede disfrutar de un currywurst prácticamente en cada esquina en alguno de los muchísimos puestos callejeros que pueblan la ciudad.