Nuestra noche en Berlín

Estábamos agotados después de un día pateando la ciudad, pero estábamos en Berlín, era sábado y no estábamos dispuestos a ceder al cansancio y a la pereza, aunque tentados estuvimos de quedarnos en casa mientras descansábamos sentados en la terraza de Lisa escuchando fados bajo el abrigo de los árboles del patio.

Nos duchamos, nos acicalamos y nos dirigimos en transporte público al barrio de Friedrichschein.

Esta zona de la ciudad quedó al otro lado del muro durante los años de las dos Alemania. Era un barrio fundamentalmente obrero e industrial del Berlín Este y como testimonio de su pasado proletario todavía perviven hoy en día numerosas naves industriales de ladrillo, muchas de ellas convertidas en discotecas.

Durante los primeros años tras la reunificación, los bajos precios del barrio atrajeron a mucha gente joven, muchos okupas y también a algunos nazis y extremistas. El barrio no gozaba de muy buena reputación pero a la vez era una de las áreas más “underground” y alternativas del nuevo Berlín unificado.

Con los años, el ambiente de Friedrichschein se ha vuelto mucho menos radical y hoy en día es uno de los puntos principales de la famosa “movida Berlinesa”, frecuentado por jóvenes, modernos y turistas de todas las clases y pelajes.

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Las naves industriales se han reconvertido en discotecas, donde la electrónica es la auténtica reina y toda la zona está plagada de restaurantes, bares y pubs para todos los gustos.

Habíamos quedado en Friedrichschein con varias amigas de Mar, Jana, que hablaba perfectamente español y con una chica suiza cuyo nombre soy incapaz de recordar.

Mientras esperábamos a Jana, sentados frente a un puesto de comida hindú, a lo lejos una enorme pantalla frente a varios bares emitía el partido Alemania-Italia de cuartos de final.

El partido estaba muy reñido y alemanes e italianos se disputaban un partido a penaltis después de haber empatado 1-1 tras las prórrogas.

Todo el mundo estaba pendiente de la pantalla y podíamos adivinar cada acierto alemán o italiano por la intensidad y tono de los suspiros.

Jana no apareció hasta que terminó el partido (era de esperar) y lo hizo acompañada de su amiga Lianna, una personal trainer muy simpática que no hablaba ni una palabra ni de inglés ni de castellano pero con la que estuve hablando un buen rato. El idioma no es una barrera si uno está dispuesto a comunicarse.

Fuimos a una discoteca de tecno y estuvimos tomándonos allí unas cervezas. Tengo que confesar que el tecno no es lo mío y aunque aguanté bastante bien el tipo, después de un par de horas estaba ya deseando cambiar de ambiente.

Más tarde apareció la amiga suiza, que persiguiendo a un exnovio suyo  al que acosaba, nos llevó a un superbar llamado Clichy, donde ponían músicas de mundo de ayer de hoy de siempre.

La suiza se emborrachó mientras contemplaba como su exnovio, que ni le dirigió la palabra, bailaba con una mujer impresionante de 2 metros. En el amor  no siempre se gana. A veces se pierde y otras veces, incluso, uno se humilla.

No es que fuera una noche para el recuerdo, pero, lo pasamos bien.

He aquí una lista de bares y discotecas que me han recomendado para salir por Berlín, por si a alguien le puede servir de cierta utilidad y por si después de esto que os acabo de contar, alguien todavía puede confiar en mi criterio o en el de mis amigos.

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BARES:

Place Clinchy en Friedrichshain.

Hotel-Bar en pleno Kreuzberg, al otro lado del muro.

Galatea Wine and Music Berlín, seguimos en Kreuzberg, el barrio turco.

Monkey-Bar en Charlottenburg.

 

CLUBs:

La famosísima Berghain, también en Friedrichshain, dicen que el mejor club del mundo  (casi nada), ubicado en una antigua instalación eléctrica.

También en Friedrichshain está Watergate. Es un edificio todo acristalado. Desde cualquiera de sus plantas  se ve todo el río . Las vistas son preciosas. También es muy conocido por traer buenos DJs.

En Kreuzberg está Privat Club, donde, según me han dicho,  se puede escuchar una muy curiosa mezcla de músicas.

Y ya en el barrio de Mitte, en pleno centro, se encuentra Tresor, cuna del tecno.

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